Llaves
Hay tanto hablado sobre este tema, que no sé si acertaré en mis palabras, pero algo tengo muy claro, y aunque respeto a las personas que lo llevan, para mi fué mucho mas mareos de cabeza que plena felicidad.
Supongo que cualquier Dominante y (escribo desde el respeto mas profundo que dicta mi ser,) que lea estas letras, se sentirá ofendido, lo admito, quizás si fuese al contrario yo me sentiría así, aunque en mi lado oscuro de Dominación, creo que si tuviera sumiso no se las pondría, con saberlo yo, y el sería mas que suficiente, el collar se siente, se respeta y se lleva en el corazón, es el lugar adecuado, es su ubicación, de ahí nunca podrán borrarlo, lo otro son letras, unas letras que dicen tener propiedad, pero nada mas, pero respeto, respeto mucho cada acto, cada pensamiento, cada acción.
He observado personas que se quitan y ponen collares como si de una falda se tratara, esto no va conmigo, yo, no lo admito, es más lo veo totalmente fuera de lugar, el cambiar de opinión tan rápidamente, pero este tema creo que ya lo he expuesto en otra ocasión, y no deseo repetirme.
Sé que para un Dominante el collar, las llaves es importante, es el signo de propiedad de una persona, y en ella es un reto a superar, conseguirlas por sus acciones, por su lucha diaria, por su entrega, es el trofeo asignado a un trabajo contínuo, es el gran premio obtenido, y así lo exponemos publicamente, satisfechas y orgullosas por conseguir aquello que deseamos.
Admito que en mis ancestros, es lo que quería, yo deseaba ser igual que otras sumisas, con sus llaves detrás de su nombre, poder llevarlo con orgullo, con honestidad y con libertad, pero a mi no me fué como yo esperaba, el llevar unas llaves me produjo dolor, dolor externo, sumergida en un mundo idealizado, no me enteraba de nada, estaba exenta de todo lo del exterior, pero en ese exterior también acechan y utilizaron esa herramienta para hacerme la vida imposible, con lo cual no creo en los collares, no creo en el internet basado en redes sociales sobre bdsm, mi bdsm es íntimo, mío, ajeno a las miradas indiscretas acechantes, escondidos en miles de rincones, esperando apaciguadamente, para en el momento mas insospechado saltar, abalanzarse y destruir.
Mi vuelta es mucho mas madura, mas tranquila y mucho mas consciente de lo que existe en este mundo, de ahí mi entrada anterior, el sentirme a gusto en un lugar, donde "de momento", no existen reproches, no aparecen vagantes de la noche, no florecen envidias, no existe rivalidad, desaparece todo, para vivir algo mucho mas tranquilo, mas íntimo, mas real.
No, no tengo llaves, no tengo collar, pero como siempre he dicho, existe en mi corazón y de allí no me lo pueden arrebatar.
En estos momentos no soy nada, solo mujer, un ser humano que escribe lo que su mente le dicta, lo que su pensamiento dice, lo que su corazón expone.
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